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lunes, 24 de enero de 2011

COMPROMISO Y RESULTADOS


Odié cada minuto de entrenamiento, pero dije, ' No renuncies. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón

» Muhammad Ali »

La semana pasada conversaba con mis principales colaboradores, les conté / declaré mi visión empresarial, les dije: este año 2011 somos el broker más importante en facturación y en cantidad y calidad de asesores.

Tremenda declaración, de hecho en ese momento la reunión se centraba en la presentación del plan estratégico de ventas para el año 2011. Al final de la reunión me quedé pensando: ¿Que es lo que se necesita para lograrlo, al menos el ingrediente más importante para que eso que me estas contando suceda? Mi respuesta fue simple: Un fuerte compromiso. Cuando salí de la oficina me quedé pensando sobre como “transmitir” ese mensaje: Lo más importante es generar en la gente un “fuerte compromiso”. A partir de esa declaración se me ocurrieron varias preguntas: ¿Que significa comprometerse? ¿Qué es? ¿De qué se trata? ¿Qué significa comprometerse? ¿Qué implica en nuestras vidas el modo en que entendemos el compromiso? ¿Qué consecuencias tiene el comprometernos y el mantener o no la palabra empeñada? ¿Qué relación tenemos en nuestra vida cotidiana con nuestros propios compromisos y los de los demás? Y, lo que es más importante aún ¿de qué manera nuestros compromisos se relacionan con nuestra satisfacción, con nuestra efectividad para lograr lo que nos proponemos y con nuestra capacidad para ejercer nuestra capacidad de acción (poder) y asistir a otros seres humanos a que ejerzan el suyo?

Se ha argumentado que una acción que distingue a los seres humanos del resto de los seres del reino animal es que tenemos la capacidad de generar compromisos (objetivos, metas, intereses) y de actuar coherentemente con ellos, mientras que la conducta de los demás animales es una función de su instinto. Siempre estamos comprometidos. Sin compromiso no podríamos coordinar acciones. No tendríamos instituciones tales como el matrimonio, las empresas y no serían posibles hechos cotidianos tales como encontrarnos a tomar un café con alguien. La vida cotidiana sería una serie de acontecimientos azarosos.

El futuro del ser humano nunca podría ser más que una extensión mecanicista de lo que ya ha ocurrido antes y la vida, en su mayor parte, sería condicionada por las circunstancias, por interpretaciones, por la eventualidad. La capacidad de comprometernos es probablemente el aspecto más destacable y constitutivo de nuestra existencia como seres humanos y lo que nos va a permitir romper con el círculo vicioso del status quo. A pesar de esto, la palabra “compromiso” y lo que ella significa, esta en un trasfondo de obviedad con un significado que tiende culturalmente más a la obligación y al cumplimiento, al menos la mayor parte del tiempo.

Desde esta perspectiva estamos esencialmente “entrenados” para contraer sólo aquellos compromisos que estamos seguros de poder cumplir basados en nuestra experiencia previa. Esto es reforzado por especulaciones, explicaciones y justificaciones acerca de lo que podría pasar si faltamos a la palabra empeñada. Sin embargo, las explicaciones y justificaciones son en sí mismas proyecciones del pasado en el futuro. Considero que esta perspectiva es errónea y constituye un obstáculo que nos desalienta a asumir riesgos, a resignarnos cuando los problemas y desafíos llegan, dificulta nuestra responsabilidad respecto de la acción y nuestra relación con el compromiso, y limita las posibilidades de generar cambios paradigmáticos, vital para no ser fósiles vivientes en términos operacionales.

El compromiso define la relación entre un futuro que está totalmente determinado por circunstancias históricas y uno que puede ser influenciado, cambiado o creado por los seres humanos. Cuando no nos comprometemos conscientemente o nos comprometemos condicionalmente, seguimos estando comprometidos –con el statu quo. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que “siempre estamos comprometidos con algo”

Por ejemplo: Un Juan es vendedor independiente. Dentro de su cartera de productos de venta directa ofrece los servicios de medicina prepaga. Usualmente, a las 9 hs sale de su casa a visitar clientes y posibles clientes en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires .Este individuo tiene la posibilidad de administrar sus tiempos, o sea es su propio jefe. Un día, temprano, a las 7 hs, se levanta, ve que el día esta lluvioso, y dice: ¡Que día para seguir durmiendo! ...

¿Les ha pasado algo parecido, que un día algo tienen que hacer, y el escenario meteorológico es lluvioso? Volviendo al tema del vendedor, la lluvia y su compromiso. Veamos dos posibles accionar de este vendedor.

1er escenario piensa, reflexiona y acciona: No tengo ganas para salir a trabajar un día así. Me quedo durmiendo.

2do escenario piensa, reflexiona y acciona: Wao!!! Que día mas horrible para salir a la calle. Se me ocurre una idea!!! Me voy a un shopping, bajo techo, mucha gente de compras, más ahora que están de vacaciones y posiblemente quieran contratar una prepaga porque se van de vacaciones y posiblemente vean esta oferta atractiva para estar tranquilos.

Les pregunto ¿Está el vendedor comprometido en cada escenario?

¿Cuál es el compromiso de cada vendedor?

Ambos están comprometidos y la acción habla del compromiso de cada uno, el primero esta más comprometido con dormir que con vender y el segundo aunque reconoce que le gustaría seguir durmiendo su compromiso de vender es mas grande. Es por eso que entiendo que estar fuertemente comprometidos con lograr nuestros planes debe prevalecer sobre lo circunstancial. Y transformar lo circunstancial en oportunidad es parte de un compromiso con uno mismo de superarse a si mismo.

El compromiso no es sólo personal. Cuando nos comprometemos, también estamos creando expectativas en los demás, y, en muchos casos, nuestras promesas tienen un impacto importante y directo en las elecciones de los demás y en cómo perciben su futuro. Los compromisos tienen la particularidad de abrir ciertos futuros en particular y de cerrar otros simultáneamente. Cuando los padres se comprometen a mandar a su hijo a una escuela determinada, están haciendo mucho más que sólo proveerlo de ciertas oportunidades educativas. El niño también está siendo ubicado en una cierta situación que le permitirá elecciones o compromisos que de otra manera no estarían disponibles. Del mismo modo, los compromisos de nuestros antepasados bajo la forma de una “realidad” que podemos aceptar como propia o cambiar por medio de nuevos compromisos. En este sentido, el compromiso es tanto un fenómeno social como una expresión de las elecciones individuales.

El compromiso existe sólo en nuestro hablar y escuchar –en el lenguaje. Un compromiso ocurre en la conversación como una “acción lingüística” que hace aparecer ciertas condiciones futuras como posibilidad que, al ser cumplida, se transforma en una nueva “realidad”. El poder del compromiso es que es la única acción de la cual son capaces los seres humanos en la cual el futuro y el presente aparecen en el mismo momento. Cuando yo prometo encontrarme con alguien, en el momento mismo de hacer a promesa, estoy evocando el tiempo y circunstancias futuras de nuestro encuentro. Me estoy comprometiendo a estar en el lugar y el momento que hemos determinado. Del mismo modo, el que pidió el encuentro o aceptó el ofrecimiento, se compromete a lo mismo. En ese sentido, tanto prometer como pedir son compromisos a participar en la creación conjunta de un futuro en particular. Si no me hago cargo de mis promesas y pedidos, no serán escuchados como compromisos y no querrán coordinar acciones conmigo. El resultado será caótico, producirá desconfianza o enojo y eventualmente dejaremos de comunicarnos o –lo que es más frecuente- acordaremos implícitamente hacer lo que las circunstancias permitan y evitaremos el tema de la responsabilidad por nuestras acciones.

Esta reflexión la empecé con una frase de unos de los deportistas mas grande de la historia, el decía que odiaba entrenarse, lo sufría pero su compromiso estaba puesto en ser campeón toda su vida.

¿Cual es el entrenamiento que hoy necesitas empezar hacer para ser el campeón de todos tus resultados?

Es un acto de grandeza por lo tanto de humildad reconocer las oportunidades que te regala la vida para crecer. Duele pero no crecer duele más

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